¿Bailamos?
Ha sido una semana larga, solo deseo llegar a casa y dormir. El tráfico hace parecer que el camino es largo, los comerciales en la radio no ayudan, mi humor no tarda en estallar. Cuando por fin llego a casa te veo a ti, no te esperaba y me sorprende tu visita. Me da mucho gusto verte y lo único que hago es salir rápido de mi carro, correr y abrazarte, los besos van de tu parte. Entramos a casa y comienzas a decirme porqué es tan maravillosa la vida, que fue un día muy estresante en tu trabajo y solo querías terminar bien el día, por eso llegaste a mi puerta esta noche.
Me resulta incomprensible porque me haces tan feliz, me encanta tu humor, tu sonrisa y tu pasión por las cosas que haces. Si bien, sigo cansada, tu humor ha levantado mi estado de ánimo. Se nota en tus ojos que tú no tienes ganas de dormir, así que destapó el vino de la otra noche, sorbo por sorbo comienzo a olvidar porque quería dormir temprano. Como acostumbras, entre copas me sacas las palabras. Ese es tu gran don.
Recuesto mi cabeza en tu pecho, me preguntas: ¿qué quieres soñar?; yo: quiero soñar con nuestros antiguos viernes, donde solo tenia unos minutos para alistarme porque pasarías por mí, ese tiempo en que me ponía mi mejor vestido y salíamos a bailar. Te levantas, tomas mis brazos y me preguntas: ¿bailamos?.
Solo tuve que aceptar la invitación, con esta canción me robas más de una sonrisa y le sumas a los recuerdos. Entre tus pasos y los míos no sabemos quién está guiando, pero vuelta y vuelta nos dejamos llevar, muy juntitos o muy separados, con ritmo y mucha intención de divertirnos, equivocándonos, tú tomando la iniciativa, yo proponiendo otros movimientos, con el cruce de nuestros brazos, la mirada unida y las intenciones de besarte, entiendo lo perfecto del momento solo porque estás tú.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario