28 marzo 2021

Adiós, gracias

Adiós, gracias

Hola, espero estés bien, no estoy muy segura de que así te veas. Tengo algo atorado entre los dientes y la lengua, encerrado entre la garganta y la punta de mis labios. No creas que son halagos, es más, me he enfocado en cada uno de tus defectos, no acostumbro hacer eso, pero contigo creo que se vale, bueno me lo permito. 

    Debo confesarte que desde que te vi no me gustaste, pero algo me atraía a ti, ¿es tu olor?, bueno tampoco lo percibo, no lo percibí. Y pues solo quiero darte las gracias, por acompañarme cuando me sentía sola, muy sola. Quería estar sola pero acompañada, no me reclamaste nada, solo pasamos unas noches juntos, entre juegos de mesa, unas copas de vino y dos camas distintas. Gracias por estar ahí, por acompañarme esa semana, por hablar de cosas extrañas, interesantes, por tus preguntas incesantes. Lo aprecio. Realmente no quería estar sola y fuiste una perfecta compañía. Confesaré que te extraño pero solo fue lo que fue, lo que acordamos ser, creo que ahora estoy mejor, pero ni siquiera quiero moverme. 


    No te conozco lo suficiente y ya pienso que eres malo, comprendo que con eso qué pasó cada quien tuvo una versión del otro, no las mejores, lo reconozco. Imagine muchas citas después, pero estoy cansada de desperdiciar mi tiempo con hombres que se irán de mi vida. Yo decido irme de la tuya ahora. Cuídate, eres muy guapo, supongo que si hubiéramos seguido terminaría esto con un te quiero.


Sara Cancino

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

El día que te vayas

  El día que te vayas