Pan
¡Otra vez se comieron mi pan! Lo había apartado con una mordida y aún así se lo comieron. De toda esta bola de traicioneros con la que convivo día a día, me tengo que vengar, ¿qué haré?, ¿qué haré?.
Mi abuela me había contado que si deseas que pase algo lo escribas en papel blanco con tinta negra y lo firmes con una gota de sangre, para después esconderlo por debajo de la almohada a las tres de la mañana, así que eso haré.
Hoy al despertar descubro que la charola está repleta de panes, se nota que papá no comió el suyo antes de irse a trabajar, ¡puedo comerme el que quiera!. Prendo la tele y me recuesto en el sillón con mi pan y chocolate en mano, dicen: “se descubrió una plaga en la levadura que se utiliza para hacer pan, si yo fuera usted no lo comería, ya van 666 casos de muertes en el país”. ¡Rayos! no debí escribir que moriría por un pan.
Sara Cancino
No hay comentarios.:
Publicar un comentario