23 enero 2021

Experiencias de dos pechos

Experiencias de dos pechos

Cuando se trata del cuerpo del otro, parece que todos tienen una opinión. Nuestra mente no se queda atrás para dar una crítica sobre quien mira cada día en el espejo. Hace poco más de un año comencé a preocuparme por mis pechos, en cuestión de salud, no de estética. 


Resulta que me había percatado de pequeños bultos en mis dos senos. Esporádicamente me hacía una revisión mamaria, gracias a los recordatorios que vienen en las toallas femeninas de una marca que frecuentaba. En el empaque de esta marca de toallas vienen unas imágenes con instrucciones sencillas de cómo revisar esta zona. Y si, soy de las personas que en el baño se entretiene con algo, muchas veces leyendo las instrucciones de los productos que uso.


Cuando descubrí estas bolitas en mis senos pensé que no era nada grave, ya que se perdían en algún momento de la revisión, después comencé a sentir dolor en el pecho, un dolor parecido al que se siente en la pubertad cuando te están creciendo los senos. Sospeche que era porque estaba a punto de bajarme, ese síntoma no lo solía tener pero había escuchado de algunas amigas que si les pasaba, fue hasta que los dolores empezaron a ser más frecuentes y evidentemente eso no era normal.


En mi visita al médico familiar no sabia como decirle mis síntomas, me daba un poco de pena porque mi médico es hombre y joven, así que solo le dije: creo que tengo unos bultos en el pecho, no los siento todo el tiempo pero también hay dolor y creo que hay algo. Comenzó felicitándome por realizar exploraciones en mi cuerpo y me explico como iba a revisarme. Antes de comenzar añadió que él preferiría que una mujer me revisara pero es el único médico en ese consultorio, le comente que no tenía ningún inconveniente, mi vida ha estado llena de chequeos corporales. Quite mi camisa y desabroche mi bra, él dirigió su mirada hacia enfrente y realizó los movimientos que me había comentado: si hay algo, con eso es suficiente. Me programó unos estudios y después volvería con él.


La respuesta del médico me asustó porque confirmaba que tenía algo, no sabíamos qué era pero tener algo no es normal. Afortunadamente mi mamá trabaja en el área médica, entonces me ayudó a agilizar mis estudios, porque la cita de los estudios estaba programada para dentro de cinco meses. ¡Cinco meses!, sentía que me iba a morir si me esperaba tanto tiempo. Fuera lo que tuviera podría agravarse si me esperaba tanto tiempo. Pasados unos días volví con mi médico familia y me comentó que los pequeños bultos que tenía eran benignos y que probablemente algo sucedía con mi regla, me mando con la ginecóloga y me recetó medicamento para que desaparecieran esos bultos y disminuyera el dolor. También me dijo que continuará revisándome y si volvía a encontrar algo anormal no lo tomara a la ligera.


Después de este caos me pregunte: por qué uso brasier. Soy una chica de complexión delgada con poco volumen en mis senos. Cuando estaba en la secundaria me encontraba acomplejada porque estos cambios en mi cuerpo eran distintos a los de mis compañeras de clase, la gran mayoría si no es que todas, tenían un gran busto o al menos se les veía que tenían. Así que sin aún necesitarlo comencé a usar esta prenda con mi respectiva copa A, solo para sentirme en el mood de este cambio fisiológico. En campamentos me dormía con bra para insistir con esta idea de tener algo y comencé a utilizar almohadillas en los tops deportivos para que al menos se notara un poco de volumen.


Siempre insistí en que no tenía ningún complejo con mis pechos, evidentemente mis acciones revelaban otra cosa. Así que a mis 23 años decidí dejar de usar brasier. No tenía caso utilizarlo todos los días, sustituí esta prenda por tops deportivos y por bralets. Aún tenía el complejo con mis pezones, no me gustaba que se notaran, por eso continuaba usando almohadillas. Me acerque con dos amigas que habían dejado de usar brasier hace algunos años, la primera me comentó sobre el daño que hace esta prenda y mi segunda amiga me dio el ánimo necesario para aceptar mi busto tal cual es. Comencé a ver videos de por qué se inventó el brasier, además de los pros y contras que tenía en nuestro cuerpo el utilizarlo siempre. 


    Guarde unos cuantos por si en algún evento ameritaba usarlos. Poco a poco los fui tirando porque no había ninguna necesidad de volverlos a usar, me despedí de los prejuicios sobre mis pezones y deje de usar las almohadillas. Ahora con algunas prendas dejo mis senos al natural. 


Después de un año y medio de haber tomado esta decisión note los cambios en mi cuerpo, no volví a sentir ningún bulto o sensación extraña en mis senos, los dolores en mi pecho ya no están y mis bubis se sienten y se ven más firmes y fuertes. Por otro lado me siento segura de cómo son, cómo se ven y cómo me hacen sentir. 


Sara Cancino

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

El día que te vayas

  El día que te vayas