Abecedario

Creo que llevo todas las de perder, yo solo quería ir de la “A” a la “C” sin ningún plan ni compromiso, pero tú me quieres enseñar todas tus letras. Una por una, con todo y pausas. Yo solo quería pasar de la “A” a la “C” sin involucrarme por la “B” y poder terminar en la “Z”, sin ningún problema. Oye niño no soy muy buena en aprender las letras, las digo de corrido y no las pronunció al revés.

    En esta batalla con mi ego tu sonrisa planea conquistar, mientras yo me concentro en que mis ilusiones no vayan tan lejos, o al menos pueda alcanzarlas y no me canse de tanto corretearlas. Sensato sería detenerme en los puntos y hacer pausas en las comas, supongo que ya es un poco tarde para eso, tus palabras me invitaron a contarte más de mí, creo que ya perdí.

    Si nuestras direcciones se cruzan pero nuestras expectativas van en otras direcciones, me parece justo decirte mis intenciones. Aquí aparece nuestra lectura, solo vayamos letra por letra…

    Las mías y las tuyas se notan diferentes, supongo que tendrás más de 27 historias por cada una de ellas. Te anuncio que mis letras son curvas, perfectas e imperfectas, se subrayan de principio a fin y otras apenas se entienden. Lo que logré pronunciar de ellas es ganancia, estoy en el proceso de descifrarlas. 

    Quizás me da miedo decir tus letras y que las pronuncie mal o se entiendan mientras me desentienda. Tu escritura corta y mis razones miniatura, no tardarán en evidenciar las posibles negativas que de la  “A” a la “Z” me alertan no comenzar a leerte. Y te repito, podemos llegar a la “C”, sin pasar por la “B” y terminar en la “Z”, sin ningún problema.

Sara Cancino